El miedo y la ansiedad son una pieza esencial normal del — del — incluso de vida. Nos preparan para el peligro, creando los cambios fisiológicos que nos permiten responder con eficacia a una amenaza. El miedo es muy directo. Se presenta en respuesta a peligro inmediato, así que es generalmente inesperado, muy intenso, y limitado a la situación actual. Su respuesta al miedo, tal como saltar de la trayectoria de un coche próximo, resuelve rápidamente la situación. Muchas organizaciones apoyan hoy la investigación en las causas, la diagnosis, la prevención, y el tratamiento de los desórdenes de ansiedad y de otras enfermedades mentales. Los estudios examinan los riesgos genéticos y ambientales para los desórdenes de ansiedad importantes, su curso--solamente y cuando ocurren junto con otras enfermedades tales como depresión--y su tratamiento. La última meta es poder curar, y quizás incluso prevenir, los desórdenes de ansiedad. Como enfermedad cardíaca y la diabetes, los desórdenes del cerebro son complejos y resultan probablemente de una combinación de factores genéticos, del comportamiento, de desarrollo, y otros. Mucha gente con desórdenes de ansiedad beneficia de ensamblar a un grupo del esfuerzo personal y de compartir sus problemas y logros con otros. El hablar con amigos confiados en o un miembro confiado en del clero puede también ser muy provechoso, aunque no un substituto para el cuidado médico mental. El participar en un cuarto de la charla del Internet puede también estar de valor en compartir preocupaciones y disminuir un sentido del aislamiento, pero cualquier consejo recibido se debe ver con la precaución. Cada desorden de ansiedad tiene sus propias características distintas, pero son todas limitan juntas por el tema común del miedo y del pavor excesivos, irracionales.
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